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La conexión cabeza-corazón

¿Sabías que tu salud mental también afecta a tu salud cardíaca? Si bien pensamos en nuestra salud física, dieta y nivel de actividad cuando evaluamos nuestra salud cardíaca, a menudo pasamos por alto nuestra salud mental. Junto con los comportamientos de salud riesgosos asociados con los problemas de salud mental, las investigaciones muestran que los factores químicos y biológicos que desencadenan los problemas de salud mental también podrían influir en las enfermedades cardíacas. Febrero es el Mes del Corazón y es hora de comenzar a prestar atención a esto Conexión importante.

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La conexión

Muchos problemas de salud mental pueden aumentar su riesgo de enfermedad cardíacaLas personas que padecen problemas de salud mental durante un largo período de tiempo pueden sufrir efectos fisiológicos como aumento de la frecuencia cardíaca o la presión arterial, reducción del flujo sanguíneo al corazón y niveles elevados de cortisol. Con el tiempo, esto puede provocar acumulación de calcio en las arterias, enfermedades metabólicas y enfermedades cardíacas.

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Además, algunos (no todos) los medicamentos que se utilizan para tratar los trastornos de salud mental también se han asociado con la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes, que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Por último, los trastornos de salud mental también pueden afectar las estrategias de afrontamiento y las opciones de estilo de vida de una persona, especialmente si no se tratan. Conductas como fumar, un estilo de vida inactivo, problemas para dormir o no tomar los medicamentos recetados también pueden influir en la salud cardíaca.

Cada persona reacciona al estrés y a los problemas de salud mental de forma diferente, pero es importante prestar atención a esta conexión entre la cabeza y el corazón. Algunas de las enfermedades más estudiadas Trastornos de salud mental Se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca:

  • Trastornos del estado de ánimo Al igual que la depresión mayor o el trastorno bipolar, pueden aumentar significativamente el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Las personas clínicamente deprimidas son el doble de probabilidades sufrir un ataque cardíaco hasta 10 años después de su primer episodio depresivo.

  • Trastornos de ansiedad Entre los trastornos de ansiedad generalizados, la ansiedad social, el trastorno de estrés postraumático, los trastornos de pánico y las fobias, se encuentran aquellos que provocan que las personas reaccionen a determinados objetos o situaciones con miedo, pavor o terror. Esto genera una tensión adicional en el corazón. Un ataque de ansiedad grave puede incluso imitar los síntomas de un ataque cardíaco.

  • Estrés crónico Puede contribuir a una presión arterial anormalmente alta y a problemas de circulación. Cómo manejar el estrés Influye en la respuesta del sistema cardiovascular. El estrés puede aumentar las hormonas como la adrenalina y el cortisol, que pueden afectar la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

Recuperación cardiovascular y riesgo de problemas de salud mental

Después de un ataque cardíaco, un derrame cerebral o un procedimiento invasivo como una cirugía a corazón abierto, es normal experimentar depresión o ansiedad. El impacto inmediato de una experiencia cercana a la muerte junto con la duración de la recuperación y el miedo a que pueda ocurrir otro evento, posiblemente más grave, pueden contribuir a los problemas de salud mental. Estos problemas de salud mental pueden complicar la recuperación de un ataque cardíaco, un derrame cerebral u otro evento cardíaco. Es importante obtener ayuda de inmediato y no desestimar estos sentimientos. Según la APA“Se ha demostrado que la depresión prolongada en pacientes con enfermedades cardiovasculares contribuye a posteriores ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares”.

Qué puedes hacer

  • No ignore los problemas de salud mental. Es importante obtener ayuda de inmediato. Hable con su proveedor de atención médica sobre cómo se siente física y mentalmente. Podrá derivarlo o ayudarlo a encontrar el tratamiento o el apoyo que necesita.

  • Evite intentar solucionar todos los problemas a la vez. Encontrar la ayuda que necesita le permitirá gestionar su salud mental y cardíaca, establecer objetivos razonables y trabajar para alcanzarlos.

  • Revise su estado de salud y el de sus seres queridos, especialmente aquellos que padecen una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular.

  • Busque formas de reducir el estrés en su vida y aprenda a gestionarlo mejor.

  • Encuentre recursos locales de apoyo y tratamiento de salud mental en El centro.

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