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¡Octubre es el mes de concientización sobre el TDAH!

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Existen muchos mitos en torno al TDAH que pueden ser perjudiciales y continúan perpetuando el estigma que rodea al trastorno.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurológico que afecta a aproximadamente el 5,29% de los niños y al 2,8-4,4% de los adultos. Se diagnostica como uno de estos tres tipos:

  • Tipo desatento

  • Tipo hiperactivo/impulsivo

  • Tipo combinado

La mayoría de los síntomas comunes del TDAH, como la dificultad para permanecer quieto durante largos períodos de tiempo, los altos niveles de actividad y la capacidad de atención limitada, son comunes en todos los niños pequeños. La diferencia en los niños diagnosticados con TDAH es que estos síntomas son notablemente mayores de lo esperado para su edad, causan angustia y/o problemas para funcionar en el hogar, en la escuela o con los amigos. Si bien el TDAH presenta desafíos, existen recursos, habilidades y estrategias para ayudar a superarlos.

Reformulando el TDAH: descubriendo nuevas perspectivas

Hay muchos mitos que rodean el TDAH que pueden ser perjudiciales y continúan perpetuando el estigma que rodea al trastorno.

Mito:Las personas con TDAH simplemente no pueden concentrarse.

Hecho:La hiperconcentración es un síntoma del TDAH. Se trata de una atención muy concentrada que dura mucho tiempo. Esto suele aparecer cuando una persona con TDAH está haciendo algo que no le gusta. realmente disfruto o estoy interesado enAlguien que experimenta este síntoma puede concentrarse en algo tan intensamente que pierde la noción de todo lo demás.

Mito:El TDAH es sólo una excusa para pereza

Hecho:El TDAH es un problema con la dinámica química del cerebro. No es voluntario. Los síntomas son el resultado de que los mensajes neuronales en el cerebro no se transmiten de manera eficaz.

Mito:El TDAH es causado por una mala crianza

Hecho:Los padres no causan el TDAH. Los estudios han demostrado que las causas del TDAH se dividen en dos grupos diferentes: Categorías: genética y condiciones ambientales adversas. Para tratar el TDAH, los psicólogos enseñan a los padres habilidades efectivas que mejoran el comportamiento. Sin embargo, esto no es una cura. Los padres son No es culpa suya para el TDAH de sus hijos, pero con las herramientas adecuadas, pueden ayudar a sus hijos a superar el trastorno.

Si a usted o a su hijo le han diagnosticado TDAH, ¿cuál es el tratamiento adecuado?

Trabaje en estrecha colaboración con proveedores de atención médica, terapeutas, administradores escolares y/o trabajadores sociales, entrenadores y otros miembros de la familia para encontrar el tratamiento adecuado. Los buenos planes de tratamiento implican controlar en qué medida el tratamiento ayuda a aliviar los síntomas, así como realizar cambios a lo largo del camino. Hay dos tipos de tratamiento para el TDAH:

  • Terapia conductual, incluyendo capacitación para padres.

    • El objetivo de la terapia conductual es aprender a fortalecer las conductas positivas y eliminar las conductas problemáticas.

    • La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda la capacitación de los padres en el manejo del comportamiento como el primer paso para tratar a niños menores de 6 años.

  • Medicamentos

    • Los medicamentos pueden ayudar a los niños a controlar sus síntomas y conductas en su vida cotidiana.

    • Los medicamentos afectan a cada persona de manera diferente: lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra.

Formas de controlar el estrés con TDAH:

  • Medicamento

  • Psicoterapia y coaching

  • Un estilo de vida saludable, que incluya un horario de trabajo y descanso, sueño, ejercicio y alimentación saludable.

  • Exposición a la naturaleza

  • Entrenamiento de atención plena

Consejos para padres

  • Crea una rutina

  • Gestionar las distracciones

  • Limitar las opciones

  • Sea claro y específico cuando hable con su hijo, evite el sarcasmo.

  • Utilice metas y elogios u otras recompensas

  • Reconozca que es común tener una segunda afección o un trastorno coexistente con el TDAH y asegúrese de abordar ambos.

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